Una de las sustancias más fuertes en nuestro cuerpo se encuentra en los dientes y es el esmalte. El esmalte es una película que protege a los dientes de las bacterias que se generan por comer o beber alimentos y bebidas.
Como toda parte del cuerpo, este se puede llegar a deteriorar o erosionar por diferentes razones, dentro de los síntomas que nos ayudan a saber la salud de nuestro esmalte se encuentran:
- Algunos alimentos (dulces y/o azúcares) y la temperatura de los alimentos (calientes o fríos) pueden causar un nivel de dolor en una etapa temprana de erosión del esmalte.
- Decoloración. Cuando los dientes empiezan a tener un tono amarillentos se debe a que la dentina tiene mayor exposición.
- Los bordes de los dientes son menos suaves y más irregulares, incluso se llegan a observar grietas sobre la superficie del diente.
- En etapas avanzadas de erosión en el esmalte, los dientes se vuelven excesivamente más sensibles a la temperatura y a los azúcares.
Al existir erosión en los dientes, los dientes son más susceptibles a sufrir un deterioro mayor, debido a que queda expuesto el cuerpo del diente sin ningún tipo de protección. Lo común es la creación de caries que pueden llegar a afectar los nervios o generando una infección significativa.
A pesar de ser una de las sustancias más duras y resistentes en nuestro cuerpo, el esmalte, como acabamos de leer, no es inmune al deterioro. La limpieza dental es uno de los mejores procedimientos mediante los cuales podemos saber exactamente como se encuentra nuestro esmalte, por lo que esta no desgasta el esmalte en los dientes, al contrario, ayuda a fortalecerlo.
¿Cómo puedo prevenir la pérdida del esmalte?
Para prevenir la pérdida del esmalte, es necesario que mantengas una salud dental óptima a través de hábitos tales como el cepillado de los dientes dos veces al día, utilizar hilo dental, una pasta de dientes adecuada y el uso de enjuague bucal. La limpieza dental, necesaria 2 veces al año, ayudará al dentista a detectar un posible deterioro previniendo padecimientos mayores a largo plazo. A su vez también puedes realizar los siguiente:
- Eliminar o minimizar el consumo de alimentos y bebidas ácidos de tu dieta, particularmente bebidas carbonatadas, limón y otros frutos cítricos, incluyendo su jugo. En caso de haberlos consumido, procurar enjuagar inmediatamente con agua después de haberlos consumido.
- Usar popote al ingerir bebidas ácidas. El popote canaliza el liquido a la parte trasera de la boca, evitando los dientes.
- Reducir el consumo de frituras. Es común comer algún tipo de frituras, pero al hacerlo durante el día, incremente el deterioro de los dientes. Después de hacerlo, el organismo hace lo necesario para digerir este tipo de alimentos, incluso los altos en azúcar, por lo que en consecuencia la boca se encuentra “ácida” ante estos alimentos. Si los consumes, te recomendamos que te cepilles los dientes inmediatamente.
- Mascar chicle libre de azúcar. Tener este hábito, detona la producción de saliva 10 veces más de lo normal, lo que ayudará a fortalecer tus dientes de manera natural. Asegúrate de que los chicles no contengan azúcar y que te preferencia tengan xylitol, esto ayudará a reducir los ácidos en alimentos y bebidas.
- Consumir agua. Esto contrarresta el efecto de tener una boca seca y la baja producción de saliva.
- Usar pasta de dientes con fluoruro. El fluoruro endurece la salud de los dientes, así que asegúrate que uses una pasta de dientes con esta característica.
- Dicen que “preguntando se llega a Roma”, así que para cualquier duda, siempre recurre a tu dentista, él es la persona especializada y capacitada para despejar tus dudas.
El esmalte es sumamente importante en los dientes y en tu saluda bucal, por lo que recuerda estar al pendiente de cómo se encuentra, de esta manera tendrás la sonrisa que siempre has querido.