Además de visitas regulares al dentista, la salud de tu boca y dientes depende de hábitos de limpieza continuos y variados. Alrededor de éstos, se han generado con el tiempo diferentes mitos que no siempre son verídicos y terminan por provocar problemas que podrían evitarse. Recuerda que en cada visita con el especiales puedes aclarar cualquier duda que tengas acerca de cómo es el proceso de la limpieza dental y las mejores prácticas para llevarla a cabo de forma óptima.
- Usar palillos después de comer. El introducir objetos entre los dientes para “limpiar” el espacio entre los dientes, no es recomendable, ya que si no están especialmente diseñados para quitar la placa entre los dientes, pueden producir lesiones en la papila y las encías. La seda (hilo) dental o los pequeños cepillos con cerdas suaves es lo más recomendado por los dentistas.
- Lavar los dientes con bicarbonato. La pasta de dientes con flúor es básica e indispensable para el proceso de limpieza dental, ya que disminuye la caries (recuerda que para los niños menores de dos años no deben utilizarse productos con flúor). El bicarbonato de sodio es una sal con propiedades alcalinas que tiene efectos abrasivos, razón por la que se usa en la limpieza del hogar, por lo que podría erosionar el esmalte de los dientes de forma irreversible si su uso es regular. Si lo que deseas es blanquear tu dentadura, lo mejor es acudir con un especialista.
- Los cepillos dentales eléctricos son mejores que los manuales. Las funciones eléctricas de rotación de los cepillos ‘tecnológicos’ se recomiendan cuando el usuario no tiene una buena técnica de cepillado. Pero tu dentista, puede enseñarte la técnica específica que sea más cómoda para ti. Los cepillos dentales duros son mejores. El uso de un cepillo con cerdas duras con una mala técnica, de forma traumática o brusca, puede desgastar el esmalte o provocar la retracción de las encías, dejando expuesta la raíz del diente. Puedes obtener un cepillado eficaz con un cepillo suave o medio, eliminando la placa bacteriana y las manchas de los dientes, con la técnica adecuada. Pregunta a tu dentista cuál es la mejor forma de cepillarte los dientes.
- El enjuague bucal con alcohol es el mejor. El enjuague bucal es un buen complemento en el proceso de limpieza dental, pero nunca sustituye el cepillado y debe elegirse el adecuado para tus necesidades. Dentro de los mitos de la limpieza dental, existen algunos que se refieren a la composición del enjuague, respecto a esto, no hay evidencia que muestre la efectividad de aquellos con ‘antibacterianos’ generales como el alcohol, de hecho, los enjuagues con alto contenido de alcohol pueden secar los tejidos del interior de la boca y modificar la cantidad y calidad de la saliva, haciéndola más propensa a producir problemas dentales. También hay enjuagues con chlorhexidina (esto puedes saberlo viendo los componentes listados en la etiqueta del envase del enjuague), que se usan para tratar la gingivitis, pero se ha visto que su uso prolongado pinta los dientes, por lo que debes usarlo sólo bajo la supervisión y por prescripción de tu dentista.
Recuerda que el cuidado de tu boca, dientes y encías, debe ser constante, por lo que una revisión periódica con tu dentista es indispensable y necesaria, sobre todo si presentas alguna molestia al cepillarte los dientes, como dolor o sangrado.