¿Sabes para qué sirve el enjuague bucal? Aunque el cepillado es fundamental para evitar la acumulación de bacterias, hay que tener en cuenta que los dientes sólo representan el 25% de la boca considerando que, efectivamente, tu cepillo de dientes llegue hasta la línea de las encías y las últimas muelas. Así que para tener una limpieza mucho más completa con frecuencia los especialistas sugieren el uso de un enjuague bucal al terminar el cepillado.
Si te estás preguntando cómo te ayuda el enjuague bucal, aquí la respuesta.
El uso de un enjuague bucal ayudará a mantener sana la lengua, las paredes internas de la boca, la línea de las encías y los espacios entre los dientes. Además, refrescará tu aliento, ayudará a impedir o controlar la aparición de caries, reducirá la placa dentobacteriana, prevendrá o reducirá la gingivitis y reducirá la velocidad a la que se forma el sarro en los dientes.
Existen dos tipos de enjuagues:
Terapéuticos: ayudan a reducir la placa dentobacteriana, gingivitis, caries y mal aliento. En esta categoría se encuentran los que contienen flúor, que contribuyen a fortalecer el esmalte de los dientes y, por lo tanto, a prevenir o reducir la caries.
Cosméticos: pueden controlar o reducir temporalmente el mal aliento, pero no solucionan sus causas, ni eliminan las bacterias, placa, gingivitis o caries.
Algunos enjuagues pueden parecer muy fuertes o agresivos y hacen difícil su uso diario, como recomienda el dentista, o contienen demasiados químicos, conservadores, endulzantes artificiales que algunas personas no están dispuestas a probar. Por tanto, aquí te decimos cómo puedes hacer tu propio enjuague bucal en casa.
- Enjuague de perejil: Se necesitan, hojas de perejil, 3 clavos de olor y 2 tazas de agua. Se lavan y se pican las hojas de perejil. Se pone el agua al fuego y cuando comienza a hervir, se agregan el perejil y el clavo. Se deja hervir por 10 minutos. Se apaga el fuego y se revuelve bien con una cuchara de madera hasta que la mezcla se enfríe para colar el líquido y conservarlo en un frasco de vidrio.
- Enjuague de romero y menta: Se necesitan, hojas de romero, hojas de menta, la cáscara de un limón, un trozo de canela en rama y 3 tazas de agua. El agua se pone al fuego y cuando comienza a hervir se añaden las hojas de romero, menta, la cáscara de limón y un trocito de la canela. Se deja hervir durante 10 minutos, se apaga, se tapa y se deja reposar media hora. Cuando está fría, la mezcla se cuela y se conserva el líquido en un frasco.
- Enjuague de tomillo: Se necesitan, 80 gramos de tomillo, 1 cucharada de sal y 1 litro de agua. Se corta el tomillo en trozos pequeños. Se pone el agua a fuego y justo cuando empiece a hervir se agrega el tomillo y la sal, se deja hervir durante 10 minutos. Se apaga, se tapa y se deja reposar otros 10 minutos más. Después de frío, se cuela y conserva en un frasco.
Hay que recordar que, como los enjuagues caseros no tienen conservadores, sólo pueden guardarse por alrededor de 30 días, aunque es preferible usarlos en los primeros 10 días después de su elaboración.
Estas recetas te servirán si tienes alguna dificultad para cepillarte los dientes y utilizar hilo dental, o bien, si no estás completamente seguro de estar haciéndolo bien. Sin embargo, te recordamos que no hay ningún producto que sustituya el cepillado diario, que se recomienda por lo menos 3 veces al día.
Si tienes alguna duda sobre la limpieza o estado de tus dientes, acude con tu dentista.